Silvia
¡Hola! Soy Silvia Laporta, Psicóloga General Sanitaria, Terapeuta EMDR y Terapeuta Familiar

¿Qué es la terapia psicológica para mí?
Desde mi punto de vista, es un camino que la persona decide recorrer para responder a preguntas, resolver dificultades y superar atascos que le impiden llevar una vida como querría y necesitaría. Tanto en mi proceso personal como en el de las personas que acompaño, siento que la terapia te da libertad gracias a ayudarte a entender mejor lo que vives y cómo lo sientes. También entiendo que te devuelve la responsabilidad y la capacidad de superar tus dificultades. Quizá en el momento en el que estábamos viviendo algo era demasiado hacernos cargo o no sabíamos cómo y en la terapia podemos ver de qué forma necesitamos resolverlo ahora. Hay personas que sienten que llegar a pedir una cita psicológica es la última opción porque quieren resolverlo antes por sí mismos, lo cual está fenomenal.
No obstante, creo que todos podemos beneficiarnos de apoyarnos de un proceso psicológico. Como cuando en la montaña empleas los bastones, para impulsarte y regular mejor la pisada. Es algo facilitador.
Por todo esto, entiendo que la persona que decide recorrer su camino en terapia necesita de alguien que le acompañe y le cuide en ese momento de entender y de superar situaciones difíciles. Como psicóloga que soy, sé que toda mi formación es la que me ayuda a entender el mapa de la vida del paciente. Tanto mi práctica como mi supervisión profesional y personal complementan la teoría para poder tener herramientas diversas que ofrecer a la persona en su camino.
Debido a mi formación en EMDR, Trauma, Apego y Terapia Familiar, entiendo que lo que nos ocurre en el presente no está aislado de todo lo que hemos vivido en nuestra vida. Por eso, la terapia consiste en ir entendiendo y conectando lo que nos dificulta nuestro día a día con nuestra historia y los eventos que han sido más significativos en ella. Además, con las terapias focalizadas en el trauma, como es el caso de la Terapia EMDR, podemos ir a los momentos más significativos, que nos han dejado una huella y que a día de hoy se “reactivan”en forma de síntomas, emociones, pensamientos y/o conductas y trabajarlos. Al reprocesar dichos eventos, podemos liberar el dolor y el malestar asociado a dichos momentos. Esto nos permite liberarnos de patrones antiguos de respuesta que se nos activaban de forma automática e integrar los recursos y capacidades que tenemos en el presente, pudiendo resolver nuestras dificultades diarias desde un lugar más tranquilo.
En definitiva, entiendo la terapia como un camino que la persona decide recorrer de otro modo o yendo a un lugar nuevo, donde el terapeuta es quien le acompaña como guía, al lado, respetando el ritmo y las necesidades de cada persona. Cada proceso es único en sí mismo.